Oh, santa iglesia

Oh, santa iglesia de Dios, esposa del Salvador,
Que libertada por Cristo, hoy le canta con amor;
Del oriente y occidente, hemos oído tu voz,
Son tus granadas haciendas;
Que abundan en dones para el pecador.
CORO 
En donde habita la gracia de Cristo,
Que nos envió al Dios de amor;
Es grande gozo tener esta dicha,
Como el encanto de aquel Rey cuando danzó.
Fuente cerrada eres tú, fuente sellada de Dios,
Dios te colmó de virtudes, dentro de un nuevo Israel;
Flor del valle de Sarón, que estás plantada en loor,
Soy de mi amado y conmigo sustenta;
Su gozo de consolación.
Cantemos con expresión, cantemos con gratitud,
Dentro del atrio sagrado, estoy enferma de amor;
Ven aquilón y ven austro, venga el monte de Galaad,
Son tus renuevos paraísos;
Refugio de asilo al vil pecador.
Gózate, esposa de Dios, que ya tu lumbre llegó,
Son más los hijos que tienes que la que ayer desposó;
Pues ya los siglos pasaron, la profecía se cumplió,
 Es el misterio que Dios nos ha enviado;
Que a su Siervo le reveló.