Que dicha siente el alma, venir a saludarte,
Desde lejanas sierras, venimos con amor;
Un año más de vida el Señor te ha prolongado,
Y así te guarde siempre para nuestro bien.
CORO
De ti difaman siempre todos tus enemigos,
Cual Cristo en el calvario, el mártir porque amó;
Ninguno ha contestado a la doctrine santa,
Que Dios a ti te ha dado, bendito Embajador.
2
No hay quien recompense tu esfuerzo tan sagrado,
Ni hay quien corresponda a tu rudo batallar;
Ofrenda te traemos, recibe de tus hijos,
Le rogarás al Padre, nos dé su bendición.
3
Aquí estamos presentes, queremos escucharte,
Que bendición divina brote de Ti, en raudal;
Y así regresaremos con fe a nuestros lugares,
Y allá diremos siempre: que Siervo eres de Dios.
4
Que privilegio santo haberte conocido,
Y haberte recibido como Siervo de Dios;
Rogamos no te olvides cuando hables con tu Amigo,
Nos pongas en sus manos para perseverar.
